Diagnóstico producción sureste

Responsable
Dra. Patricia Ocampo Thomason SNI Nivel
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Panorama general de la producción Agrícola en México

Estructura de la producción agrícola en México

México presenta una gran diversidad de condiciones climáticas y ambientales, por tal motivo dentro de la actividad agrícola se encuentran una gran diversidad de cultivos. Como resultado del análisis de los datos oficiales del Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), durante el periodo 1980-2012, el promedio anual de la superficie sembrada con cultivos cíclicos y perennes a nivel nacional fue de 21.1 millones de hectáreas, de las cuales anualmente se cosecharon en promedio 18.7 millones. Respecto a los valores anteriores, la estructura de la producción agrícola nacional en cuanto a la superficie sembrada se ha conformado por el 25% a superficie de riego y 75% a temporal; del mismo modo, para el promedio de la superficie cosechada para este mismo periodo, el 27% corresponde a riego y 73% a temporal (Figuras 1 y 2). Lo anterior, muestra la gran relevancia que tiene la actividad agrícola de temporal en el país y su dependencia a las condiciones climáticas, en especial a las condiciones de precipitación y el efecto que el cambio climático tiene sobre estas.

Figura 1. Estructura de la superficie sembrada de cultivos cíclicos y perennes a nivel nacional (promedio periodo 1980-2012)

Fuente: elaboración propia.

Figura 2 . Estructura de la superficie cosechada de cultivos cíclicos y perennes a nivel nacional (promedio periodo 1980-2012)

Fuente: elaboración propia.

En contraste con lo anterior, este comportamiento cambia al momento de analizar la estructura de la producción respecto al valor del mismo, puesto que tan sólo en los últimos once años (2002-2012) el valor anual de la producción agrícola nacional en promedio fue de 270,251 millones de pesos, de los cuales el 58% corresponde al valor que aportan los cultivos bajo riego y 42% a la superficie de temporal (Figura 3), de ese modo aún cuando la superficie destinada a la producción bajo riego a lo largo de los años ha sido aproximadamente un cuarto de la superficie total (Figuras 4 y 5), dicha producción contribuye con poco más de la mitad del valor monetario de la producción nacional (Figura 6), lo cual probablemente se debe en gran medida a los mejores rendimientos que se obtienen en los sistemas productivos que cuentan con condiciones de riego y menores pérdidas debidas a la falta de agua a consecuencia de eventos meteorológicos extremos, como las sequías, cosa muy distinta para el caso de la producción bajo temporal que depende ampliamente de las condiciones climáticas.

Figura 3 . Estructura del valor de la producción de cultivos cíclicos y perennes a nivel nacional (promedio periodo 1980-2012)

Fuente: elaboración propia.

Figura 4 . Estructura de la superficie sembrada de cultivos cíclicos y perennes en México

Fuente: elaboración propia.

Figura 5. Estructura de la superficie cosechada de cultivos cíclicos y perennes en México

Fuente: elaboración propia.

Figura 6. Estructura del valor de la producción de cultivos cíclicos y perennes en México

Fuente: elaboración propia.

Tasas de crecimiento anual de la producción agrícola nacional

En cuanto a la tasa de crecimiento anual de la producción agrícola nacional respecto a la superficie sembrada y cosechada, de acuerdo al análisis de la serie de producción 2000–2012, existe una notable diferencia en el comportamiento de las mismas según el régimen hídrico de producción (Figuras 7 y 8), siendo el de temporal el que presenta mayor variación en las tasas de crecimiento, así mismo dichas variaciones son de mayor magnitud y con más casos de crecimientos negativos en comparación con el régimen de riego.

Crecimiento de la producción bajo riego

Durante el periodo 2000-2012 el comportamiento de la producción agrícola nacional bajo riego mostró tasas de crecimiento anual (TCA) más o menos estables tanto en la superficie sembrada como la cosechada, siendo el 2005 y 2011 los años con mayor TCA respecto a la superficie sembrada registrando 6.0% y 9.7%, respectivamente, el resto de los años se encontraron con TCA por debajo del 3%, siendo el 2012 el año con la mayor TCA negativa (-8.1%) (Figura 7); en cuanto a la superficie cosechada, ésta mantuvo más o menos el mismo comportamiento, sin embargo a pesar que en el 2011 se incrementó la superficie sembrada (9.7%), pasando de 5.67 millones de hectáreas en 2010 a 6.22 millones en 2011, la superficie cosechada se mantuvo casi en el mismo nivel del año anterior con un ligero crecimiento negativo (TCA = -1.0%), pasando de 5.5 millones de hectáreas en 2010 a 5.4 millones en 2011, cuando se esperaría que hubiera tenido un incremento al igual que la superficie sembrada, este comportamiento pudiera explicarse en cierta medida a que el aumento de la superficie sembrada se debió al establecimiento de especies perennes cuya cosecha no se refleja en el mismo año, sin embargo viendo el comportamiento para el siguiente año (2012), se puede concluir en cierta forma que no fue así, ya que la superficie sembrada tuvo una caída de -8.1% respecto al 2011 y la superficie cosechada se mantuvo prácticamente en el mismo nivel con un ligero crecimiento respecto al 2011 (TCA = 2.0%), dejando ver que ese comportamiento fue debido a otros factores y seguramente los eventos meteorológicos extremos que se presentaron en ese año jugaron un papel importante.

Figura 7. Tasas de crecimiento anual de la producción nacional en riego (cultivos cíclicos y perennes)

Fuente: elaboración propia.

Crecimiento de la producción bajo temporal

Considerando el periodo 2000-2012, el comportamiento de la producción agrícola nacional bajo temporal presentó tasas de crecimiento anual (TCA) muy variables en cuanto a la superficie cosechada (de -13.8% a 18.2%) y relativamente estables respecto a la superficie sembrada (de -3.2% a 1.7%). Comparando la producción bajo riego con la de temporal, ésta última fue la más variable en cuanto a las TCA de la superficie cosechada, registrando más casos de crecimiento negativo que la primera, los años mas afectados fueron 2005, 2009 y 2011 con TCA de -13.1%, -12.7% y -13.8%, respectivamente (Figura 8). Si se toma en cuenta que la TCA de la superficie sembrada no fue tan variable durante el periodo, era de esperarse que las TCA de la superficie cosechada tuvieran un comportamiento similar; sin embargo, las TCA de las superficies cosechadas presentaron mayor variación y con crecimientos negativos mas elevados, por lo que se infiere que se presentaron ciertos factores que propiciaron la reducción de las superficies cosechadas, entre estos pudiera encontrarse las condiciones climáticas extremas que se presentaron en dichos años, puesto que la producción de temporal esta fuertemente determinada por las condiciones climáticas.

Figura 8. Tasas de crecimiento anual de la producción nacional en temporal (cultivos cíclicos y perennes)

Fuente: elaboración propia.

Crecimiento de la producción total

Como se señaló en párrafos anteriores la superficie sembrada y cosechada bajo régimen de temporal representa aproximadamente tres cuartas partes de la superficie total nacional y la de riego cubre la tercera parte restante. De este modo, al hacer el análisis conjunto obtenemos la superficie total sembrada y cosechada a nivel nacional, la cual es de esperarse que tenga un comportamiento similar a la destinada a temporal, debido a su gran aporte a ese gran total. La Figura 9 nos da cuenta de eso, pues como se puede apreciar el comportamiento de la producción total durante el periodo 2000-2012 presentó tasas de crecimiento anual (TCA) muy variables en cuanto a la superficie cosechada (de -10.3% a 13.4%) y relativamente estables respecto a la superficie sembrada (de -1.1% a 1.4%). En términos generales la tasa de crecimiento promedio anual (TCPA) del periodo fue -0.02% para superficie sembrada y 0.8% para superficie cosechada.

Figura 9. Tasas de crecimiento anual de la producción nacional total (riego + temporal) (cultivos cíclicos y perennes)

Fuente: elaboración propia.