Uno de los problemas centrales de la seguridad alimentaria del país es la imposibilidad de producir los granos suficientes para el sector pecuario y humano. Esta realidad nacional se ha ampliado desde inicios de la década de los setenta del siglo pasado, de tal suerte que pasamos de ser un país exportador de maíz y trigo a importador de estos granos, entre otros. Las razones de tal escenario es tema central de la propuesta del presente proyecto en el que se presenta la tesis de integrar al sector forestal como un componente importante para palear la demanda de granos en México, favoreciendo el establecimiento de una agroindustria que favorezca la economía familiar campesina, en principio en el Estado de Yucatán.
La FAO reporta de que de las más de 80 mil especies de árboles conocidos difícilmente se han descrito con alguna precisión el uno porciento de ellos (FAO). Basados en el ya conocido hecho de que México es un país megadiverso se inició la búsqueda de una especie diferente a las plantas descritas por Vavilov en su famoso trabajo de principios del siglo pasado de situar a nuestro país como centro de origen y domesticación de plantas cultivadas. Una especie forestal que pueda sumarse a aquellas gramíneas que se cultivan de manera intensiva y extensiva de como el maíz, trigo, sorgo, avena, cebada, papa, etc. De la revisión bibliográfica dentro de las que destacan, el reporte de la Academia de Ciencias de los Estados Unidos de 1975 , o de la publicación de Lambert y Arnason, en 1982 (Science) o de Puleston en 1972 y las contribuciones del ahora extinto Instituto Nacional de Investigación sobre Recursos Bióticos (INIREB) de la década de los ochenta del siglo pasado o de la lectura del Popol Bur surgió la propuesta de analizar a Brosimum alicastrum un árbol que es ampliamente conocido en el mundo maya y en los estados de la costa mexicana tanto del océano pacifico como del golfo de México. Este árbol de las selvas de nuestro país ubicadas en los sitios antes señalados, se conoce con muy diferentes nombres locales tales como Ramón, Ojoche, Ojite, Nazareno, Capomo, Moju, entre otros. En nuestro país, las referencias de especies forestales que producen semillas comestibles como el piñón, bellotas de encinos, etc. son conocidas, por supuesto. Las nueces, por ejemplo, son referentes importantes y es la única semilla producto de una árbol que se ha incluido dentro del Atlas agroalimentario 2013 del país, con una producción promedio de 1.6 ton/año.