Marco conceptual

Un enfoque integral de adaptación

Los conceptos de adaptación basada en ecosistemas (EBA por sus siglas en inglés) y adaptación basada en comunidades (CBA por sus siglas en inglés) han surgido como dos enfoques en la práctica para aproximarse a los sistemas socio-ecológicos [sistemas socio-ecológicos], generar información sobre éstos y el CG y llevar a cabo acciones que favorezcan a la adaptación.

La EBA se fundamenta en las interacciones y funciones de los ecosistemas. Parte del concepto de ecosistema humano, reconociendo el papel del manejo y la gobernanza de los recursos y servicios como parte de la dinámica y estructura de los mismos. Mediante la adaptación basada en ecosistemas se busca un manejo de los servicios ecosistémicos y la resiliencia que mantenga su continuidad y aumente la capacidad de adaptación de los grupos humanos ante el CG, disminuyendo sus impactos en los sistemas socio-ecológicos.

La adaptación basada en comunidades (CBA) es "un proceso dirigido por las comunidades, basado en las prioridades, necesidades, conocimiento y capacidades de las comunidades, con el cual se empodere a las personas para planificar para y sobrellevar los impactos del cambio climático". Sus principios se basan en los derechos de las personas con mira en que las comunidades dirijan sus acciones a un manejo correspondiente a formas de vida apropiadas y que brinden bienestar a los mismos; lo cual implica cubrir las necesidades o disminuir la vulnerabilidad de las personas y la preservación del capital natural y los servicios ecosistémicos. Mediante el análisis situacional participativo y los procesos activos de planeación se busca la creación de oportunidades, tomando en cuenta las normas cultuales.

Las experiencias en la aplicación de estos enfoques han llevado a identificar ámbitos que pueden ser claves para la planeación hacia la adaptación, éstos son: el aprovechamiento de los ecosistemas, las políticas territoriales, las acciones en el territorio y la gobernanza de los paisajes (enfoque EBA); y, la reducción de riesgos, las capacidades sociales e institucionales locales, las medidas de manejo en torno a los modos de vida, la capacidad de movilización en gestión ante diversas dimensiones de la vulnerabilidad (baja gobernabilidad, injusticias sociales, etc.) (Enfoque CBA).

Mediante la Red de adaptación de los ecosistemas y medios de subsistencia (ELAN por sus siglas en inglés) diversas organizaciones se encargaron de revisar los conceptos de CBA y EBA, en torno al CC, para entender los aportes, similitudes y diferencias que pudieran aportar a los programas de adaptación, con una visión integral. A partir del abordaje de ambos conceptos se concluyó que son complementarios, al reconocer la importancia, tanto de los ecosistemas como de las comunidades que los manejan y cuyo modo de vida depende de los mismos en la creación de estrategias de acción para la adaptación. En la práctica se han encontrado que los principios de ambos se unen dónde:

"la planeación y acción adaptativa que se adhiera a los principios basados en los derechos humanos y los principios de manejo de un ambiente adecuado, que reconoce sus roles inter-dependientes en el manejo exitoso de la variabilidad climática y el cambio a largo plazo".

Ello, implica diversas características que se ahondan de distintas maneras por los dos enfoques de adaptación mencionados:

  • El objetivo es la adaptación localizada que incremente la capacidad adaptativa de los ecosistemas de los que las personas dependen, integrando un planeación a largo plazo que tome en cuenta los derechos de las personas con base en la acción de las comunidades y el funcionamiento y la continuidad de los servicios ecosistémicos. La práctica localizada implica necesariamente el abordaje integral de componentes socio-económicos y ecológicos y sus dinámicas. Las relaciones basadas en la acción local y que promueven la agencia de las comunidades se contraponen a enfoques de arriba hacia abajo que difícilmente accede a las personas más vulnerables y los ecosistemas de los que ellos dependen directamente. El estudio de casos específicos ha hecho claro que las intervenciones dirigidas a los niveles más cercanos a la base tienen mayor impacto; sin embargo, deben de contextualizarse a niveles más amplios de los ecosistemas y paisajes.
  • Se requiere incentivar y favorecer los proyectos liderados por las comunidades de manejo de los ecosistemas que sean apropiados, por sobre de las mediadas "duras" de adaptación con acciones a corto plazo que requieren de grandes y costosas infraestructuras. Mediante el manejo de los servicios y funciones ecosistémicas se pueden reducir la vulnerabilidad y los riesgos, así como mejorar la capacidad adaptativa (por ejemplo, manejo de manglares para disminuir el impacto de eventos climáticos). El patrimonio biocultural de muchas comunidades incluye estrategias adaptativas de las cuales se puede aprender y partir como bases para la planificación en la adaptación; tomando en cuenta que aún hay gran incertidumbre en los efectos e impactos del CG.
  • Atacar la injusticia e ingobernabilidad en torno a los recursos naturales y los servicios ecosistémicos críticos, como el agua potable [agua], para mantener las formas de vida y el bienestar de las personas. Los derechos humanos condicionan los estados de vulnerabilidad de las personas. El ejercicio de los derechos determina la forma de manejo de los ecosistemas, quien tiene derecho de manejar y beneficiarse de los mismos y la equidad de las instituciones de las que depende el manejo. Se debe asegurar el derecho de las comunidades en torno a la tierra y los recursos (véase soberanía alimentaria [soberanía alimentaria]).

La integración de los enfoques implican al diálogo activo, pues en la práctica los sistemas ecológicos y socio-económicos son interdependientes, como en los sistemas alimentarios.

"la separación de la sociedad y el ambiente en el paradigma de desastres [entiéndase cuando hay nula o mala adaptación] crea una ficción geográfica y ecológica… una fuerza natural no es peligrosa por sí sola, se convierte en ella en relación a las actividades y los valores humanos."

La adaptación de los sistemas alimentarios hace fehaciente la necesidad de acciones que incidan en las condiciones socioeconómicas y ecológicas de los sistemas alimentarios de modo que se pueda obtener la seguridad y soberanía alimentaria.